Mis días en Escuza

Las últimas dos semanas me las he pasado en Escuza, si que tenia un viaje en mitad de estos pero al final decidieron por mi que lo mejor era quedarme, no sé si acertaron o no. La cosa es que me quedé sin viaje y ahora me quedo también sin viajes por miedo a que me vuelva a pasar lo mismo, cosa que tampoco veo bien.


Estos días, me ha dado tiempo a pensar y todavía sigo pensando en lo que quiero hacer con mi vida... el pensamiento sigue siendo el mismo desde que entre por esa puerta de urgencias y no volví a salir hasta ayer. En el pabellón, he encontrado gente maja, gente menos maja... pero me quedo con dos personas en especial. Las dos son chicos pero sin ellos y sin sus palabras no sé si hubiese podido aguantar allí adentro como he aguantado. Ahora mismo necesitaría por lo menos a uno de ellos para que me hablase, me dijese esas cosas que me hacían sentir persona, que valgo... y no lo que me está pasando por la cabeza.

Ayer fue mi primer día de libertad después de 15 días encerrada... no fue malo, pero también puedo decir que no fue bueno. Estaba como en mi mundo, no estaba en el lugar que me correspondía, me sentía rara, me sentía que sobraba, me sentía como una marioneta en manos de gente que me quiero, eso no puedo negarlo, pero que me piden más de lo que puedo hacer o me hacen prometer cosas que sé de sobra que no las voy a poder cumplir. Y pienso, bueno ¿y qué? ya sé donde voy a terminar da igual como vayan las cosas, al final no mando yo... manda mi cabeza y me esta jugando muy malas pasadas últimamente. Si que había pensado así otras muchas veces pero no tanto como últimamente, ¿la razón? no la sé. Ahora que toda va medianamente bien hago lo imposible para que no vaya bien del todo. Después de estos 15 días en el pabellón de Escuza me he dado cuenta de una cosa, de quien son mis amigas, de a quien importo y a quien no... eso es algo a valorar y mucho. Los pensamientos que tienen estas personas hacia mi, aunque me importen y yo a ellas también me hacen mucho daño. Me siento muy culpable por no haber podido hacer ese viaje, y creo que es una de las cosas que me va a estar dando vueltas en la cabeza muchisimo tiempo y más si cada día que estoy con ellas me lo recuerdan. Me siento como una autentica boicoteadora de viajes, de todo en general... y he utilizado esa palabra por no usar otra más mal sonante.


Ahora tengo dos semanas para hacer las cosas bien en casa y no marcharme... pero sinceramente después del día de ayer lo único que no me apetece es ponerme hacer las cosas bien aunque sea por mi bien, por quedarme aquí... me la voy a jugar y voy hacer lo posible por irme de aquí, lejos de mi casa, de mi gente... me da igual ya todo el mundo. Quiero vivir mi vida y la de nadie más.